En el marco del Día Internacional del Yoga, que se celebra cada 21 de junio, se destaca la versatilidad de esta práctica milenaria que, más allá de la relajación, ofrece una amplia gama de beneficios para la salud física y mental.
El médico nutriólogo Nataniel Viuniski, miembro del Consejo Consultor de Nutrición de la firma privada de Herbalife, enfatiza que "toda actividad física regular es una inversión en salud y las distintas formas de yoga se destacan por trabajar cuerpo, mente y espíritu al mismo tiempo".
Mitos y verdades sobre el yoga
- El yoga solo sirve para estirarse y relajarse: mito.
Contrario a la creencia popular, el yoga va más allá de la flexibilidad y la relajación. A través de sus posturas (ásanas), exige fuerza, equilibrio y promueve la atención plena, así como una mayor conciencia de la respiración. Un estudio publicado en Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine demostró que un programa de Hatha Yoga de 12 semanas mejoró significativamente la resistencia cardiovascular, la fuerza y resistencia muscular, y la flexibilidad en adultos.
- El yoga ayuda a la salud mental y emocional: verdad.
La práctica regular de yoga incide directamente en el sistema nervioso autónomo y estimula la liberación de neurotransmisores clave para el bienestar, como la serotonina y el GABA. Diversos estudios sugieren que puede ser una herramienta útil en el tratamiento de cuadros de depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
- El yoga ayuda a mejorar el sueño: verdad.
Estudios preliminares han evaluado los efectos del yoga en personas con insomnio crónico, mostrando mejoras significativas en la eficiencia del sueño, el tiempo total de descanso y el tiempo para conciliar el sueño. El Dr. Viuniski añade que "se observó una reducción en los niveles de cortisol, lo que sugiere que la práctica regular de yoga puede ser eficaz para reducir el estrés fisiológico y mejorar la calidad del sueño".
- El yoga no cuenta como ejercicio físico: mito.
La intensidad de una sesión de yoga puede variar significativamente según el estilo. Estilos como el Vinyasa Yoga o el Power Yoga, por ejemplo, son dinámicos, aumentan la frecuencia cardíaca y generan un gasto calórico considerable, además de mejorar la fuerza y la flexibilidad. El especialista aconseja que "se trata, por tanto, de una actividad física muy interesante, especialmente cuando se practica con regularidad. Solo hay que tener claro cuáles son tus objetivos para ajustar la frecuencia o incluso combinarla con otras disciplinas deportivas".
- Está recomendada tanto para jóvenes como para personas mayores: verdad.
El yoga es una práctica inclusiva, ya que sus movimientos pueden adaptarse a todas las edades y tipos de cuerpo, incluso para aquellos con poca flexibilidad. Contribuye a mejorar el equilibrio, la movilidad y a prevenir caídas. Además, la existencia de versiones más o menos dinámicas permite a cada individuo encontrar la variante que mejor se adapte a sus necesidades y objetivos.